lunes, 15 de agosto de 2016

¡Mudanza terminada! ya no nos queda nada...

Parece que después de una semana, se puede decir que por fin hemos terminado con la mudanza. ¡Qué coñazo! Uno piensa en mudanza, y se visualiza a sí mismo haciendo cajas, moviendo cajas, tirando trastos. Pero esto ha sido como todo eso a la enésima potencia. Como se suele decir, el parto de la burra. No sé la cantidad de cosas que habré tirado, y he perdido la cuenta de cuántas veces he ido al punto limpio en las últimas dos semanas, la cantidad de ropa que he podido dar… mi filosofía ha sido, ciudad nueva, vida nueva, cambio de aires, y reducir mi armario a lo realmente útil y necesario. Ha sido la excusa perfecta para forzarme a tirar todos esos pantalones que tenía en lo alto del armario “para cuando adelgace un par de kilos”, cosa altamente improbable en un periodo de al menos un año teniendo en cuenta mi prominente barriga de 4 meses de embarazo. Esos jerséis que nunca me ponía porque eran muy finos, o muy gordos, o muy cortos o muy largos. Todo lo que no me he puesto en los últimos dos años, ha pasado a mejor vida.  Y me he dado cuenta de la cantidad de cosas que 1) no sabía ni que tenía, y 2) no me había puesto más de dos veces. ¡Pues todo fuera!

En cualquier caso he calculado bastante mal tanto el tiempo que iba a tardar en empaquetar todo como lo que me iba a ocupar todo empaquetado en sí, y los señores de la mudanza, muy amablemente ellos, me dijeron según vieron el monto de cosas, que no sabía si iba a entrar todo en el camión, yo me eché a temblar, claro, porque no es lo mismo mudarte a otro barrio de tu ciudad, que es tan “fácil” como que el camión haga dos viajes a tu casa nueva en vez de uno, que mudarte a 2.400 km, ahí la cosa se complica un poco.

Por suerte el “mudancero” era un experto en jugar al Tetrix y obró un auténtico milagro para que mi vida entera cupiera en una furgoneta de 19 metros cúbicos.

Tres días después nuestras pertenencias estaban en Berlín sanas y salvas y machoalfa se ha pegado la paliza desde entonces para desempaquetar todo e ir acondicionando nuestro nuevo hogar.

Así que después de una semana como os comento, de locura, de no parar, de tener a los niños colocados entre casa de los abuelos, casa de las tías, etc, por fin pude estar con ellos y no pensar en dónde les tenía que “colocar” al día siguiente. Los pobres estaban tan desubicados que cada vez que me iba de la habitación venían a buscarme como si ya los hubiera vuelto a dejar y me hubiese vuelto a ir. Me he sentido muy mala madre por no poder estar con ellos estos días, porque bastante desubicados estaban ellos ya de por sí con machoalfa en Berlín desde hace ya varios meses, como para que su madre desapareciera del mapa varios días y siempre a traición. En fin, espero que no se acuerden de esto cuando sean mayores.

Y no se si recordáis que había vuelto “al cole” con un intensivo de alemán, bueno mejor no voy a decir mucho al respecto, salvo que no se ni decir “no hablo ni papa de alemán” que era mi objetivo a conseguir. Vamos a dejarlo en que con la mudanza tenía la cabeza en otra parte. Ya aprenderé allí aunque sea a base de engancharme a novelas en la tele. Mi cabeza no ha dado para más con tanta cosa.

Y no tengo mucha más novedad por el momento. Sólo quiero que llegue ya la hora de volver a estar juntos, en Berlín o en la Conchinchina, que esta situación de tránsito empieza a ser un poco pesada. Y sí, ya sé que no queda nada, pero ¡parece que nunca llega! Desde mañana nos espera una semanita en la playa para disfrutar sin prisas y sin tiempos que cumplir, y sin cajas que hacer. Y sobre todo para coger todo el sol que no vamos a coger en el próximo año. Y el día 30 ponemos rumbo a nuestra nueva vida. Así que entre tanto, para llevarlo mejor, me comeré todos los espetos que me quepan entre pecho y espalda y un kilo de berenjenas con miel al día, para subir el nivel de endorfinas, más que nada, y por supuesto siempre a vuestra salud.


¡Feliz (hoy no sé ni qué día es)!

3 comentarios:

  1. Pásalo genial y a por los espetos!!! :-)

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  2. Tu si que sabesss!!!jaja Bon apetit!!🍴😘😘

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  3. Te deseo lo mejor en esa semana de vacaciones y lo mejor en Berlín.
    Las sardinas son sanísimas y las berenjenas también, así que a ello como si no hubiera un mañana.
    Besos mil.

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