jueves, 1 de septiembre de 2016

BerlinDiaries #1 Empadronados en Berlín! (más o menos)

Estoy a punto de llorar de la alegría y la emoción al haber descubierto que tengo WiFi en este pequeño remanso de paz que hemos descubierto los niños y yo esta mañana. Es la zona comunitaria de nuestra casa, ya lo sabíamos, pero como sólo es nuestro segundo día aún no habíamos tenido mucho tiempo de bajar a investigar. No os imaginéis la típica zona comunitaria al uso en España, o al menos en Madrid, esto es una minipraderita vallada que escondía un gran tesoro: ¡un arenero!. Ahí tengo a los dos alemanitos jugando. No me digáis que no pasan por nativos.


Esta mañana no nos ha dado mucho tiempo a jugar porque teníamos que ir a empadronarnos, (ahora os cuento esa historia), pero esta tarde le estamos sacando todo el jugo, los niños poniéndose de arena hasta los dientes, como debe ser. Y yo escribiendo esta entrada con el portátil. ¡Lo nunca visto!

Os cuento lo del empadronamiento, en realidad por un lado ha ido todo bien, gracias a que una compañera de Macho Alfa se ha ofrecido a acompañarnos por si no hablara nadie castellano o inglés. Menos mal que ha venido porque allí ni papa de otra cosa que no fuera Deutch. El punto positivo, que después de un buen rato hemos conseguido empadronarnos todos. El negativo, que la señora al “no entender” castellano y pese a ser el DNI un documento oficial, y llevarlo también los niños, ella no “tiene forma de saber” que en el DNI lo que dice es “nombre de madre y padre”, o sea, nosotros, y que a su vez los nombres de todos figuren en el Libro de Familia. Así que como estamos en Alemania y como bien nos ha repetido varias veces para que nos quedara claro, aquí se habla alemán, necesitamos una traducción jurada del Libro de Familia para que la señora certifique que somos matrimonio con dos hijos y no simplemente cuatro extraños que comparten casa. Comentándolo luego con familiares, parece ser que en España también hacemos eso mismo para escolarizar a gente de otros países. Sinceramente, de países extracomunitarios lo puedo entender, pero entonces ¿para qué sirve la Unión Europea y el libre tránsito de personas, etc., si luego los documentos oficiales sólo te valen en tu país?

Salvo este pequeño contratiempo, y dudas burocráticas a parte, nuestros dos días aquí de momento van bastante bien. Todavía adaptándonos a los horarios tempraneros de este país. A las siete de la mañana hay ya un tráfico de tres pares. De hecho mañana nos traen los muebles que faltaban de IKEA y el horario de reparto es de 7 a 8. Sí, de la mañana, yo también imaginé al principio que sería de la tarde. Voy a tener que ponerme el despertador porque puedo ignorar el timbre por completo si estoy en el quinto sueño.

Este post no da para mucho más porque los niños están empezando a vaciar el arenero y temo que los vecinos nos veten la entrada con sólo un día de uso.

En breve os voy contando más cosas. De momento el fin de semana tenemos una fiesta en el jardín con todos los vecinos donde cada uno tenemos que bajar algo que hayamos preparado en casa. Macho Alfa decía que podíamos hacer una tortilla de patata, algo típico español. Yo ya le he dicho que si se pensaba que en el avión Madrid-Berlín de repente me habían enseñado a cocinar. La primera y única vez que he hecho una tortilla de patatas fue en una Spanish Party que dimos en casa cuando vivíamos en Londres, Macho Alfa hizo una y yo otra, porque éramos muchos. Sólo os diré que la mía no la probó nadie, todos se pensaron que eran dos platos distintos, y el mío no debió resultar el más apetecible. Desde entonces llegamos al acuerdo tácito de que él cocinaba y yo gestionaba todo lo demás en general. Así que ya os contaré lo que decida cocinar. Yo como mucho hago un bizcocho de naranja, con la Thermomix, eso sí.

¡Feliz jueves! (o feliz Donnerstag).

4 comentarios:

  1. Qué bien Nata!! Así puedes aprovechar y que sea una fiesta de bienvenida, sabes si hay más españoles en tu comunidad o ni idea??
    Lo de los papeleos... to creo q aquí pasa parecido sí. ..
    Un beso te y nos vas contando!!!Raquel

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  2. Raquel! gracias por el comentario! pues creo que no hay más españoles, lo que hay desde luego son niños a puñados! así que Enzo y Maya no van a estar solos en las tardes que pasemos en la praderita! Y así aprenden antes el idioma, a base de ir jugando con otros niños. Y nosotros con el inglés no tenemos problema así que seguro que nos integramos pronto! Eso sí, como pretendan que hablemos alemán... vamos a ser los rancios del edificio jejeje Besotes!

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  3. Me parto con tu curso rápido de cocina en el avión. Jajajaja. Hace muchos años (en realidad debería decir muchísimos) me fui de acampada con un@s amig@s. Ellos se encargaron del avituallamiento y en lugar de coger latas, cogieron cosas para hacer una paella. ¡Una paella! Y yo les pregunté algo parecido: "¿que pasa que además de física, química y matemáticas en vuestro cou os enseñan a hacer paellas? Porque a nosotras no".
    Ese arenero vale su peso en oro, ahora sólo hay que pedirle al cielo (literal) que no llueva para para que pueda seguir siendo arenero practicable.
    Mucho ánimo que os veo por el buen camino con la burocracia.
    Mil besos.

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    1. Jajajajaja me parto! anda que tus amigos... menuda idea! Al final obviamente Macho Alfa hizo la tortilla de patata para la barbacoa, que fue un poco desastrosa porque calló el diluvio universal, literalmente. Y desde entonces no ha parado de llover a ratitos así que el arenero está hecho un auténtico barrizal. Pero con unas buenas catiuscas la pradera es nuestra!! (eso sí, se ve que somos los "guiris" aquí a la legua, somos los únicos que vamos con botas de agua, el resto va en chanclas jajajaja.

      Mil besotes!

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